sábado, 26 de agosto de 2017

No es elegante matar a una mujer descalza.

En un sótano de Madrid encuentran el cadáver de una mujer. A partir de esta premisa comienza una novela ambientada a finales de los años noventa que cruza un puente con 1978, año en el que se cometió el crimen de esta señora que resultó ser una especie de Mata Hari checoslovaca con amantes españoles.
A cargo de este caso nos encontraremos al enigmático detective JB, que aparte de tener las mismas iniciales del famoso whisky nos hará sonreír una y otra vez. Es un personaje al que se le coge cariño, pues, pese a tener muchas aficiones en común con Cristina Pedroche, resulta enternecedor lo campechano que es.
La resolución del caso es algo frustrada y no le da el significado real a la novela; es más bien "la escusa" para escribirla. Aunque la descripción de las aficiones de la muerta es bastante curiosa por lo extravagante que es.
Destaca la comparación entre ambas épocas, las similitudes y diferencias y el ambiente que se respira en cada una de ellas. Se trata de 216 páginas de fácil lectura de la mano de Raúl del Pozo, periodista al que le ha dado por escribir novela y, en mi modesta opinión, no se le da nada mal.

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