jueves, 29 de diciembre de 2016

La sumisa insumisa

Desde que salió la trilogía de "Cincuenta sombras de Grey" se puso muy de moda leer historias romanticonas con protagonistascon poca sesera y actitud infantil que buscan un príncipe azul que resulta que es verde esmeralda pero la chica es daltónica y nos quiere hacer ver los colores igual que ella que es la que tiene razón. Porque al parecer el chico que se porta mal, es un encanto, solo hay que castrarlo y someterlo al quinto grado de la dulzura de las películas de Disney.
Muchas personas, que han comenzado con dicha trilogía, han seguido buscando lecturas del estilo para saciar su curiosidad sobre el BDMS que sale de refilón en estos cuentos, pues ese matiz hace más interesantes esas novelas románticas del género chic lit que solían leer. Que no dejan de ser eso: Novelas románticas con príncipe azul y final feliz. Que está muy bien. Entretienen. Pasas el rato. No aportan nada pero eso no es lo que importa. Para las resacas lectoras, las mentes ocupadas y la falta de tiempo vienen muy bien.
Pero si te gustó dicha trilogía y buscas algo parecido no leas este libro. La búsqueda de información acerca del BDMS de Rosa Peñasco es bastante buena y si te intriga este tema un poco, mera curiosidad, y quieres un manual informativo resumido, este libro puede ser una buena opción.
En cuanto a la historia romántica. No hay. La protagonista no es virgen, ni tiene veinte años ni busca el amor de su vida. Es una chica normal. Curiosa. Y piensa. Esa es su mayor virtud. No quiere cambiar a nadie y tiene claro que ella no va a cambiar. Pero quiere saber. ¿Que eso la cambia? Puede. ¿Es malo? No tiene por qué. 


domingo, 25 de diciembre de 2016

La tregua

Mario Benedetti nos presenta una novela en forma de diario con pinceladas existencialistas.
En ella habla de cómo la rutina y la adicción al trabajo pueden truncar las relaciones familiares, destruir los pilares que sostienen esos lazos. Simplificar los sentimientos que se tienen y hacer que estos desaparezcan para siempre jamás.
Pero uno es humano, al menos creer eso le consuela. Y la vida parece dar segundas oportunidades. Efímeras como la vida misma. Pero fuertes, potentes e intensas como solo esa misma vida puede ofrecer.
Uno vuelve a ser joven, a vivir de verdad esa vida, a sentirla, a disfrutarla, a gozarla y, por supuesto, a padecerla.
Llámalo Karma, llámalo destino, llámalo Pepe o como lo quieras llamar. Da igual. todo lo que sube acaba bajando (Démosle las gracias a la manzana que le cayó a Newton en la cabeza). Nos acabamos dando un batacazo con la realidad: La vida es finita y nada más.

jueves, 22 de diciembre de 2016

El Alquimista

Perseguir un sueño. Darte cuenta de que siempre ha estado ahí. Querer volver a tenerlo. Dar un rodeo de padre señor mío. Aprender muchas cosas por el camino y darte cuenta cuando llegas a donde empezaste que quieres estar en otro lugar que has dejado atrás. Uno que has conocido gracias a ese viaje hacia el principio que emprendiste.
Esta obra de Pulo Coelho puede interpretarse de mil y una maneras. Tiene matices de libro de autoayuda y esa firma autobiográfica tan característica del autor. Al menos es la impresión que tengo como lectora. Quizás si le preguntásemos al autor, este podría decirnos que no se identifica con ningún personaje de su obra y que se ha inspirado en cualquier otra persona para crearlo.
No obstante, opino que, al igual que tiene muchas posibles interpretaciones, evoca muchas otras obras. Algunos clásicos incluso.
El ritmo acompasado recuerda a las narraciones de los beduinos  en el desierto. A su vez, se asemeja a un remolino de ideas arenosas convertidas en palabras, impulsadas por la única fuerza y voluntad del viento que crea su propio orden.
El autor asegura que creó la obra en tan solo dos semanas, pues parecía que siempre hubiese estado en su ser.
Quizás no haya entendido el verdadero mensaje del libro, o que simplemente no tiene ningún mensaje concreto que aportar y que la importancia que le demos radique en la interpretación que le demos.

¿Qué opinan?

domingo, 18 de diciembre de 2016

El vuelo de Íkaro

Íkaro es un personaje mitológico que vuela con unas alas prefabricadas, del Ikea de aquella época. Las monta sin mirar las instrucciones todo valiente él, empieza a volar intrépido como el que más, se olvida del protector solar y se achicharra todo todito todo. Antes de que le dé tiempo de ir a por el after sun que tiene en la nevera o a cortar un gajo de pita sábila al jardín, se le derriten las alas, se cae al mar, se lo come sin querer un tiburón vegetariano con todo el cargo de conciencia que te puedas imaginar y se acabó la historia.
¿A que es bonita? Romántica a más no poder.
Igual se me ha escapado algún detalle, como el nombre de las alas, pero la historia original es así...más o menos.
En el libro de Raymond Queneau no hay Ikea. Siento desvelarlo, pero no quiero crearles falsas expectativas. Y a Íkaro le gusta empinar el codo. Sí, sí, como lo oyen. Le da al drinki drinki, coge las alas y se larga el muy capullo. Pero no aparece ni por el Sol ni por la Luna ni por ningún lado. Aunque el autor solo lo busca en el planeta Tierra, todo hay que decirlo. El autor se pasa la novela buscando al personaje que ha creado y que ha desaparecido de sus páginas como por arte de magia. Contrata a un detective, porque el caso lo requiere. Hay sospechosos, cosas que no son lo que parecen y si bebes no conduzcas. Al final pasan cosas...como en todos los libros. Cosas que no contaré por respeto a la DGT.

jueves, 15 de diciembre de 2016

Tierra de dragones

Vas a visitar a tu maestro y cuando llegas este ya se ha muerto.
Empiezan a interrogarte nada más llegar, pues sospechan que la muerte no haya sido natural.
¿Qué haces ahí? ¿Por qué has venido?
No saberlo con exactitud no te exculpa.
No eres el único que ha llegado de visita, hay otros que podrían competir con tu ignorancia.
¿Quién habrá sido? ¿Qué ha pasado con la imaginarium geographica? ¿Qué es y para qué sirve?
Un montón de preguntas que se resuelven bastante pronto, porque el libro es bastante fácil de leer. Diría que está pensado para preadolescentes, aunque cualquiera que le gusten las tierras imaginarias, los dragones y los misterios puede encontrarlo interesante. Creo haber leído en algún sitio que hay una segunda parte. No creo que la lea. al menos no está entre las lecturas que me apetecen en estos momentos. La edición que tengo no está bien corregida y, de alguna manera, eso contribuye a que me haya gustado menos.

¿La han leído?¿Qué les pareció?
 ¿Alguna vez un mal trabajo de edición les ha arruinado la lectura?

domingo, 11 de diciembre de 2016

Como agua para chocolate

Un recetario mágico en el que el amor se convierte hilo conductor. Las emociones son la materia prima de los platos y la rabia causada por las injusticias se traduce en gastroenteritis.
Un matriarcado muy poderoso y una tradición absurda provocarán el martirio de la joven Tita, criada entre fogones y con un don especial para la cocina.
La figura materna es muy similar a la de la madre en "La casa de bernarda alba" o en "Cita con la muerte" de Ágatha Christie. La influencia de la progenitora causa desasosiego e infelicidad, pero es imposible escapar de su control. Una actitud despótica que impregna el ambiente y causa incluso miedo. Se trata de un poder que va más allá de la vida y de la muerte. No se puede escapar de su embrujo.
Aún así, Tita desafía a su madre con la ayuda de sus platillos. Cocinados con sus sentimientos más viscerales, logran expresar su estado de ánimo, su fuerza interior, su lucha continua por alcanzar la felicidad que una estúpida tradición le arrebata. Es un pulso a muerte en el que ambas muñecas se parten, pero siempre quedará la otra mano. Porque, pese a la tristeza y al sufrimiento, el amor es el eterno vencedor. El único hechizo que surte efecto, le pese a quien le pese. 

jueves, 8 de diciembre de 2016

Querida Rosa:

¿Cómo te va todo? Espero que bien. Me enteré que tus libros se agotaron para la firma que tuviste el otro día en México. Una pena. Bueno, una pena para los que se quedaron sin poder adquirir el ejemplar. Enhorabuena para ti. Me alegro mucho. (Siempre depende del punto de vista. Del contexto, diríamos los traductores). Yo también tengo ganas de leer tu última obra (hasta el momento). Tiene muy buena pinta.
¿Sabes? Al principio me caías mal. Lo que oyes. Increíble, pero cierto. Resulta que la primera vez que oí hablar de ti, tu nombre salía de la boca de una profesora de lengua mía. De sus lecciones solo recuerdo la siguiente perla: "Una no es una señorita hasta que no tiene una talla 38". Se pasaba el día nombrando a una prima suya muy querida, una tal PAU. Ella decía que tú salías con esa tal Paula. Bueno, decía que salías EN ella, pero a mi eso me pareció un error preposicional que no quise corregirle. Habríamos tenido que empezar por la definición de "señorita" y no me apetecía discutir. Quedaba poco para que acabase esa clase y mi explicación habría quedado inacabada a la par que inapropiada para una señorita que no era y nunca he llegado a ser. ¿Tú has sido señorita alguna vez?
Solía repetir una y otra vez que escribías en El País, pero nunca se dignó a darnos más pistas. Nos traía artículos tuyos. Decía que eras feminista y buena escritora. No sé si le contrariaba esa combinación de atributos, si pensaba que el feminismo era malo, ni lo que ella entendía por esa palabra.
El caso es que, hace dos años, empecé a leer "La hija del Caníbal", sin haberme fijado en que eras tú la autora. Me llevé el libro de viaje y para cuando me quise dar cuenta, no sin antes echar de menos una recetica de corazón humano al horno, me había enganchado de tal manera que no podía dejar de leer.
Me sacaste de un bloqueo lector monumental. Eso sí, la resaca lectora una vez acabado el libro me duró bastante. Demasiado, diría yo. Todos los libros me parecían Paracetamol, no encontraba el Hibuprofeno que buscaba para calmar mi ansia por encontrar algo igual de bueno.
Pero hoy no te escribo para hacerte la pelota, ni para echarte cosas en cara. Lo de esa tal Pau te lo he perdonado hace mil. Te quería contar que creo firmemente en esa teoría en la que un personaje de libro no puede vivir a la par con su inspiración en la vida real. Lo digo por lo que contaste de Bicho en "La loca de la casa". Mientras leía "Bella y oscura", le puse Airelai a una de las gatas de la camada de Io y Purpurina. Para empezar, la gata no creció. Y después de haber descubierto que "no era una señorita", murió.
Al menos creo que tuvo una buena vida de gata gato.
No tengo nada más que contarte por ahora.
Que pases buena semana y que tengas muchos momentos de inspiración. O que, al menos, tu bolígrafo no juegue al escondite cuando los tengas.
Un abrazo,
Lemon

domingo, 4 de diciembre de 2016

Armas de doble filo

Todo ser humano tiene unas cualidades que destacaría de sí mismo. Si reflexionamos un momento seguro que se nos ocurre algo que se nos dé bien o en lo que destaquemos. Hay quien es un as en la cocina, un manitas, quien destaque por su sinceridad o quien simplemente irradie simpatía, pues este es un don que muchas personas envidian.
Pero no hay día sin noche, ni bienes sin males. Así pues, lo que en un principio es una bendición puede llegar a convertirse en un infierno. Seguro que más de uno de nosotros tiene un amigo informático al que no duda en  llamar en cuanto tiene alguna ciber-duda o directamente se ha cargado el ordenador. Y qué me decis de esa amiga tan responsable, ordenada y estudiosa a la que le pedimos los apuntes. ¿Qué haríamos sin ellos? ¿Cómo podemos agradecerles cada uno de esos favores?
Quizás un pastel casero, un detalle por su cumpleaños...Todas estas cosas están bien, a todos nos gustan, pero no es el truque perfecto en este tipo de situaciones.
Si nos ponemos a pensar en nuestras propias cualidades, podemos darnos cuenta de que, a modo de ejemplo, planchar se nos da de fábula. Podemos ayudar a alguien que se le dé de pena planchándole una camisa un día. ¿Pero cómo os sentiríais si esta persona se aprovecha de vuestra bondad y espera que le planchéis el canasto de ropa entero? O aún peor, ahora espera que le hagais la colada también y que para más inrri tengáis que hacerla cada semana y sin rechistar como si se os fuese la vida en ello.
Muchas personas aceptan este tipo de encargos sin remuneración "por no decir que no" y porque además no puede creer que el sinvergüenza que se lo está pidiendo sea real y, por ende, tiene que estar viviendo en una pesadilla de la que pronto despertará.
Pero no es así. En este momento podemos deducir que la sinceridad no es una de nuestras virtudes.
Si lo fuera esta funcionaría a modo de clasificador y reduciría considerablemente nuestro séquito de necesitados. Pues no todo el mundo quiere oír la verdad, y muchos que prefieren saberla no merecen conocerla. Aún así una verdad bien dicha ahorra mucho trabajo aunque no salva de motes.


A Lemon la llaman House, pero seguro que es porque también tiene una pizarra blanca.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Once minutos

Un libro cargado de pulsiones que logra transportarte al mundo de la noche, de los sueños, de las realidades.Una historia de amor y libertad.
Priman las sensaciones y las impresiones de la protagonista. Podría decirse que se aprecian algunos paralelismos con Valerie de "diario de una ninfómana", ya que, tienen la misma edad y las mismas intrigas aunque difieras en el estatus sociocultural.
Once minutos hace referencia al tiempo medio que dura un encuentro sexual. Un intervalo efímero, o quizás interminable. En el que puede sorprenderte el efecto somnífero que ha tenido en tu amante, sin haber comenzado siquiera la fiesta; o darte tiempo de repasar la lista de la compra y desear que todo acabe lo antes posible. Un día esos once minutos se convierten en la fiesta de ese sueño del que no quieres despertar.
Normalmente es escuchar "Pablo Coelho" y echar a correr despavorida.
Para expresarlo de una manera más eufemística digamos que este autor, por norma general, no consigue cautivarme. Aún así, con "Once minutos" ha logrado llamarme la atención, pues desaparece o, al menos se disimula muy bien, el componente autobiográfico del escritor. En otras obras suyas he tenido la sensación de que no paraba de hablar de sí mismo.
Pero esto es bastante personal puesto que hay otros autores que derraman su ser en sus escritos y no me aburren ni me molestan, sino que me causan interés. Pues no aprecio egolatría sino gotas de su esencia.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Autoestima

Esos días de cielos despejados hacen que muchas personas se sientan mejor que de costumbre. También puede haber nubes, yo personalmente las prefiero, pero estas serán traslúcidas y dejarán penetrar la luz del astro.
Tu abuela puede estar junto a ti, pero como si no tuvieras (pobre mujer).
Uno de esos días en los que en vez de echarte flores te tiras el jardín entero encima. Claro está que con esa actitud una acaba llena de tierra y de estiércol. Pero a las plantas les sienta bien y no es obligatorio hacer la fotosíntesis para que te guste el sol.

domingo, 13 de noviembre de 2016

Inflexión

Dicen que la rutina hace que mueran las relaciones, que hacer "siempre lo mismo" rompe la magia, que lo bonito es sorprender cada día, que los detalles marcan la diferencia y que la monotonía destruye lo especial.
¿Pero qué ocurre cuando lo especial se convierte en monótono y echas de menos una bonita rutina?
De repente te despiertas por la mañana. Los pantalones te quedan grandes y la camisa también; el pelo lo tienes como una aulaga y las legañas aún pegadas.Ya no tienes sueño y te divierte despertar a quien aún duerme. Desayunar aunque no tengas ganas. Hacer pasatiempos y escuchar música mientras alguien intenta estudiar jeroglíficos del siglo XXI. "Cantas" en voz alta y haces que su tarea sea aún más difícil. Ya está terminada. Aunque una tarea no está acabada hasta que no es celebrada.
Das un paseo por las calles que ya conoces. Rememoras recuerdos: Unos duelen; otros, que también puede que hagan daño, te hacen sonreír. Sabes que la felicidad es efímera y eso te entristece.
Una taza de té pides. Ardiendo te la sirven. Las manos te calienta. Hasta que no te vas a marchar no te la bebes. Tus entrañas reconforta hasta que el placer desaparece.
Vuelves a las calles, vuelves a tu vida.


jueves, 31 de marzo de 2016

¿Hay alguien ahí?

-Toc, toc.
-¿Quién es?
-Soy yo.
-Ajam...¿y hablas sola?
-¿Y por qué no? ¿Acaso no habla la gente con el móvil? (que no por el móvil. Eso cada vez se usa menos).
-Ya...¿A ti se te ha ido un poco, no?
-Un poco, sí.
-Ya veo...¿y qué quieres?
-Nada.
-¿Y para qué estás aquí?
-Me apetecía escribir.
-Pues escribe.
-Pero es que no tengo nada que contar.
-Pues para no tener nada que contar, bien largo que es este monólogo en forma de diálogo, ¿no te parece?
-¿Tú qué crees? Cuéntame. Ha pasado casi un año y no sé en qué me he quedado.