jueves, 9 de enero de 2014

Entre las sábanas 2013

Hace unos días, un amigo me comentaba que leía mucho últimamente. Tras darle la enhorabuena este me hizo saber que, para él, la noticia no era tan buena, pues había una estrecha relación entre la cantidad de libros leídos en un tiempo determinado y los coitos que no se habían producido en ese mismo periodo. Sin ganas a discutir, y porque, al fin y al cabo, uno no suele leer en medio de las sábanas mientras lleva a cabo ejercicios cardiovasculares de alto rendimiento, le di la razón. No es que su teoría me parezca plausible ni mucho menos, pero me estaba imaginando a alguien que no hubiese superado su reto personal de leer X libros en 2013 diciendo: "Es que tenía otras cosas que hacer antes de irme a dormir".
No creo que sirva de escusa y tampoco se me ocurre alguna original para explicar por qué no he superado la cifra que me había impuesto para este año pasado, pero al final los que he leído son los siguientes:

1- Las Ninfas.
2- Time Management for Dummies.
3- Asesinato en el Orient Express.
4- La muerte de Lord Edgeware.
5-Como agua para chocolate.
6-El fantasma de Canterville.
7-The flight of Icarus.
8-La Tregua.
9-Tierra de dragones.
10-Amor se escribe sin hache.
11-Beatriz y los cuerpos celestes.
12-Once minutos.
13-La Pasión turca.
14-El sabor de la miel.
15-La sonrisa etrusca.
16-Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas.
17-El diario de Bridget Jones.

Una vez repasada la lista y haciéndole a mi amigo el mismo caso que si estuviera leyendo un libro mientras me hablara, descubrí que pedía "una novia" para Reyes. "Yo prefiero un libro", le respondí. A día de hoy no sé nada de él. Me pregunto entre qué páginas está atrapado en estos momentos que ni resollar se le oye, porque está claro que Sus Majestades no tienen nada que ver con la trata de esclavas a la carta para el usufructo de los deseos carnales del muchacho.¡Quién sabe!

En fin Serafín, espero que hayan tenido muchos Reyes. Por mi casa vinieron los cuatro:
Melchor, Gaspar, Vaasaltar y Secayó.

martes, 7 de enero de 2014

¿Cuándo empieza el año?

Personalmente, pienso que enero es el peor mes para llevar a raja tabla eso de "año nuevo vida nueva". El año tiene doce hermosos meses, para qué empeñarse en cambiar el mundo en el primero. ¿A qué se dedica uno después? Ya lo sé, a muchas otras cosas. Pero el ser humano es un animal de costumbre y, como tal, ha de adaptarse a los cambios de manera paulatina (o no, eso ya cada uno). Por ello, recomendaría que, si uno quiere que las cosas cambien en enero, empiece con los propósitos en noviembre.
¿Les pasó igual que a Lemon, verdad? Noviembre pasó, diciembre no existe (es una ilusión a base de polvorones y turrón de Alicante) y, de repente, nos encontramos con las jorobas del camello de Baltasar en medio del salón. Por suerte, podemos decir que hemos sobrevivido a las Navidades (eso ya es un logro) y, pese a que hayamos empezado el año algo perjudicadas porque la aversión a los pijamas y el amor por las ventanas abiertas en las noches de invierno no sea compatible, estamos repuestas y dispuestas.

Es un mes idóneo para la reflexión: Tener en cuenta nuestros logros sin quedarnos estancados en ellos y utilizar nuestros "fracasos" de linterna para enfocar nuestras próximas metas. Muchas personas hablan de "cambiar cosas", pero les aseguro que si las velas con aroma a vainilla no fueron su fuerte el año pasado, este ahora no va a ser diferente (basado en datos empíricos de Limón). Quiero decir que uno no debe obligarse a cumplir con lo estandarizado, sino que debe buscar metas que de verdad le importen y con las que se identifique. No debemos abandonarnos y cumplir con los desafíos impuestos por la sociedad. Desde mi punto de vista, uno tiene que marcarse objetivos "cumplibles", a ser posible, a corto plazo. Con esto no digo que haya que proponerse logros alcanzables sin apenas esfuerzo. Pero si se tiene que empezar el año en febrero, se empieza. Los chinos se dedican a eso desde hace mucho y nadie los critica por ello.

Los limones tenemos un método "infalible" para decidir propósitos. Digo "infalible" porque todavía no se ha puesto en práctica y, por tanto, no ha llegado a fracasar. Consiste en pedirse a uno mismo lo que le pide a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente. Lemon lquiso salud, por lo que para cumplir sus propósitos va a hacerle caso a su matasanos particular. Según Paco Pepe, debe dedicar más tiempo a sus aficiones. Ella es una limoncilla sencilla a la que le gusta leer, escribir, tejer, visitar exposiciones, ver películas cuanto más peculiares mejor, dar paseos a velocidad de footing con los cascos puestos y sin hacer caso a nadie, ir a la playa y apagar el móvil. Recientemente, ha descubierto el Kpop, gracias a la chica de la droguería que nunca está y ha redescubierto su lado friki de la mano del anime. Además, casi todos sus hobbys son compatibles con una taza de té.
De manera que ha decidido plasmar sus logros y descubrimientos de manera periódica en la tetería de las carpitas. Eso sí, a su manera porque al igual que le gusta apagar el móvil en la playa, adora no encender el portatil entre semana y, por tanto, programará las entradas, pues es el típico limón que escribe tres entradas seguidas (pues solo lo hace inspirado) y luego no las publica porque considera que ha escrito demasiado y ningún adicto al té querría leer algo que durase más de una taza de esta sustancia tan aditiva.
Estos son sus propósitos del momento, porque un año es demasiado largo y la improvisación demasiado bonita. Si, por contra, echan de menos alguna temática en especial para las entradas, soy todo oídos.

Así pues, les deseo un feliz año, empiece cuando empiece.