sábado, 30 de junio de 2012

Cariño, baja la calefacción, porfi...

...que me estoy asando, derritiendo y desintegrando a medida que escribo estas líneas.
¿Que por qué lo hago? Intentaba que el agua se acercase a mi sin necesidad de levantarme, como Mahoma con su montaña. ¿Cómo lo habrá conseguido? El señor Google no me da respuesta.


A ver si con Windows...¡ah, claro! Voy a abrir una ventana y mirar con cara de perdida en el desierto. No me costará, estamos a 30ºC a la sombra.
Aprece alguien. ¿Será un espejismo? Da igual.
-Aguaaaaa (Voz de moribunda en trance).
Sigo sin saber si es un espejismo, pero me siento más refrescada.


Es como si alguien subiese la temperatura para hacer que me quitase la ropa. ¿Será una especie de top less divino?  ¿Seremos en realidad un Sims al que le quitan la escalera de la piscina para que no suba? (Creencias religiosas que aparecen cuando estamos en un apuro o deliramos por las locuras atmosféricas).
Basandome en G. García Márquez, lo tengo claro como el agua de mi vaso: No quiero morir de calor, preferiría que fuera de amor y acabar con el corazón lleno de arena...

¿Qué tal el tiempo por vuestra zona? Por favor, díganme que están mejor para refrescar mi mente, al menos.