lunes, 24 de diciembre de 2012

La Ilíada

La historia de una larga guerra. Con muertos, heridos, lágrimas, vencedores y vencidos.
Una pugna que comienza con un pequeño detonante sin sentido, como casi todas las contiendas.
Mucha sangre y muchos héroes caídos justo cuando mejor te caen. Cuerpos esculturales que una va imaginandose conforme la trama avanza y que de buenas a primeras pasan a ser el recuerdo de otros personajes. Pero no solo las mujeres sufren la pérdida de sus hijos, amantes, padres y maridos. Nada de eso. También los compañeros  de lucha y los dioses que desde el Olimpo, expectantes, no pueden evitar involucrarse en semejante pleito.
Así pues, estos últimos desempeñarán un papel crucial en toda la trama. Observan desde un palco comiendo ambrosía de la buena (no es Tirma, pero casi*). Unos se ponen de parte de los romanos y otros prefieren a los griegos. Y como si de un Madrid-Barça se tratase pujan por sus favoritos. Lejos de quedarse quitecitos en sus tribunas, ayudan a sus privilegiados. Unos poderes sobrenaturales por aquí un romance divino por allá hacen que la novela sea de lo más entretenida. Se trata pues de unos dioses plenamente humanizados, de los que se enamoran, se emborrachan y se pelean.

Ahora bien, en estas 411 páginas aparecen más de un centenar de personajes aunque solo sea para morir entre terribles sufrimientos. Indivíduos con unos rasgos muy definidos que encierran una historia, aunque en este libro no se cuenten. Pero a su vez esas "aventuras no expresadas" se reflejan en el brillo del relato. Para percatarnos de estas alusiones debemos tener unas nociones básicas de mitología clasica, pero si no es así podremos disfrutar de la obra de igual manera, pues iremos descubriendo las características de cada personaje durante el transcurso de la novela.
Otro rasgo distintivo de la obra de Homero es el lenguaje plagado de epítetos, sinónimos y alusiones de todo tipo. Esta característica, si bella, puede hacernos perder un poco el hilo de la argumentación. Pero, en mi opinión, merece la pena dedicarle tiempo, el tiempo que se merece, simplemente por lo hermosas que son las concadenaciones de las palabras, de las frases, de los párrafos. Un ritmo rococó, diría yo. Tan lleno de detalles que es imposible dejar de releer (de hecho, es la segunda vez que lo leo y puede que no la última). En cuanto a su distribución, se trata pues de un único poema dividido en varios libros. Pequeñas historias dentro de una grande.
En mi opinión, es un libro que toda persona debe leer antes de morir, a las puertas del infierno más tardar. Pero esta es una afirmación subjetiva que carece de persuasión alguna. Pues reconozco que no es un libro fácil de leer, que tiene muchas palabras algo desfasadas en el terreno escrito y completamente erradicadas de la jerga oral. Reconozco que en manos de una persona que no tiene el hábito de leer puede convertirse en un proyectil de lo más certero. Sobra decir que la diana de este sería yo y que mi cabeza da 100 puntos.
Así pues, recomiendo este libro quien le guste la fantasía y la mitología en estado puro. Tanto a hombres como a mujeres (Aún así, si lo comparamos con La Odisea, La Ilíada es mucho más masculina). Pues, pese a que se trata de una contienda, hay cierto aire burlesco. También la recomiendo a quien esté harto de leer textos sin sinónimos y cuya riqueza lingüística brille por su ausencia.

¿Habéis leído esta obra?
¿Os gusta la mitología y la fantasía en general?
¿Es importante la manera de escribir del autor a la hora de elegir un libro?


*Tirma: Marca canaria de chocolatinas.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Belver Yin

Dicen que existe una unión muy peculiar entre hermanos, en especial entre gemelos o mellizos. Pues, aunque el trato fraterno en ocasiones tenga mucha similitud con las torturas de Guantánamo, hay motes o insultos que solo puedes usar tu hermano y nadie más. Puede que expreses lo contrario pero en el fondo no soportarías que le pasase algo malo. ¿O quizás sí?
Existe un vínculo similar entre nosotros y nuestos padres cuando nacemos. Este lazo va desvaneciendose a medida qu nos defraudamos los unos con los otros. Simples detalles que lo cambian todo. Lo mismo sucede con la familia que nosotros mismos elegimos.

La desilusión con los más allegados sucede en especial cuando esperamos algo de ellos. Esto nos pasa por tener unas ideas preconcebidas de cómo debe comportarse una persona de una edad y una condición social determinada. Así pues, un tatuaje, un pendiente, una profesión, una pareja, una manera de vestir, una religión o una orientación sexual determinada puede hacer haya una ruptura que corte la unión inicial. Pero como nos indican en Guía del autoestopista galáctico de Douglas Adams : "La familia siempre es algo veronzoso". Y solo los que nos importan pueden defraudarnos.

Algo parecido ocurre en Belver Yin. Escrita en España después de la muerte de Franco y ambientada en la Asia conservadora esta novela lo tiene todo: Incesto, fraticidios, suicidios, incestos, violacions, castas, sectas, honor, droga, filosofía zen, homofobia y racismo. Todo ellos conectado con una sensualidad y un erotismo que envuelven esta obra de principio a fin. No se trata de una obra explícita ni romántica. Hay cierto coqueteo implícito, pero nos encontramos más bien ante un escrito metafísico que a simple vista nos muestra la combinación perfecta entre ambientes turbios y preciosas vistas.
La descripción de las prendas y de la suavidad del viento hace que suba la temperatura sin necesidad de conductas lascivas y de obcenidades.
La pasión latente entre los protagonistas me recuerda una pizca (muy de lejos, como un eco desvanecido) a la que había entre los personajes de Narciso y Goldmundo o de Sidhartha, ambas obras del gran Hermann Hesse. Se trata de un libro con una narración cuidada y plagado de metáforas. Antes bien, si estas no se entienden, las palabras pueden carecer de significado y la obra entera podría ser calificada como "un amasijo de ideas inconexas esparcidas entre diversas páginas", de las que solo se puede vislumbrar una historia entre dos hermanos en un trasfondo algo nebuloso.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Lectura conjunta

Recuerdo que cuando iba al instituto nos obligaban a leer un libro cada trimestre y no hacerlo equivalía a suspender automáticamente la asignatura. Normalmente el primer trimestre tocaba algo fácil y entretenido tipo Manolito on the road, el segundo algo más "histórico" como Cuando Hitler robó el conejo rosa y en la última evaluación siempre había algo trascendental de andar por casa, una historia de algún adolescente con problemas de drogas, un embarazo no deseado o un desorden alimenticio.


Había gente que solo se leía esos tres libros al año, quizás solo los dos últimos. Algunos no conseguían siquiera eso y ya en la universidad presumen de ello. ¿Para qué estaban los resúmenes en internet?
Personalmente nunca me costó leer en mi propia lengua. Cierto es que el hecho de que fuesen lecturas a la fuerza las hacía menos atractivas y mi espíritu adolescente luchaba contra ellas. Pero, de no haber existido, hubiese descubierto Como agua para chocolate demasiado tarde. O nisiquiera tendría constancia de una novela tan bonita.
Hoy en día nadie nos obliga a leer. Pero podemos imponernos las lecturas nosotros mismos, incluso con testigos. Sí, sí, lo que oyen. Ahora están de moda las lecturas conjuntas.
Se trata de leer en grupo un libro determinado y luego cada uno hace una reseña en su blog. Todo con unos plazos de lectura y publicación determinados (Nada nuevo para algunos de vosotros). A mi me parece una idea genial. De hecho me he apuntado a este .

Se trata de la obra Muerte sin resurrección de Roberto Martínez Guzmán. Me llamó mucho la atención ver que la novela está disponible tanto en español como en gallego (y hace un par de días me planteara estudiar esta lengua). Además, en el blog pueden leer primeros capítulos para saber si les gusta la descripción tanto como a mi.
Lo descubrí aquí, en el blog: "Libros que hay que leer" que seguro que muchos ya conocen y en que también hay otras lecturas conjuntas muy interesantes.
Les animo a que se pasen por los blogs a descubrir nuevos libros y a hacer lecturas conjuntas. 

domingo, 25 de noviembre de 2012

Las edades de Lulú

Una pequeña bola de nieve que rueda ladera abajo y se convierte en una gran avalancha. Este podría ser el resumen de la historia de nuestra protagonista. Pero no aparece ni un solo iglú en toda la trama y la sensación que deja dista mucho de ser fría. La sangre puede llegar a helarse en según en qué momento nos encontremos. Especialmente en aquellos más inverosímiles que cruzan el límite de la cordura.
¿Cómo puede una inocente chispa convertirse en un fuego debastador?, podríamos pensar. Todo empieza cuando se busca lo que uno necesita donde no lo hay. No hablo de ir al super a por leche y que no quede la que te gusta. Me refiero a ir intentar conseguir zapatos en una frutería, comprar plátanos y resbalarte con las cáscaras que tú misma has tirado al suelo. Caerte y no identificar el dolor. Confundir la dureza del adoquinado con la comodidad de un cojín. Y finalmente pillarle el gustillo al colchón de piedras.

¿Quién no se ha enamorado nunca de quien no debía? Puede estar pasando ahora mismo. El amor es una enfermedad que no tiene cura. Dicen que es ciego y va dando palos para encontrar su camino. Si has llegado al punto en el que te has rebajado tanto hasta convertirte en suelo no notarás que está pasando por encima de ti. No dejes que te nuble la vista: Enciende los antiniebla, límpia las gafas o ponte las lentillas (lo que prefieras).

Pero si no despertamos de esa tortura de sueño mejor disfrutarlo. Ya saben: "Si no puedes con el enemigo únete a él". Y eso es exáctamente lo que ocurre en este libro. Se busca no se sabe bien el qué y acaba uno apreciando los tesoros que ha ido encontrando por el camino. Cofres llenos de experiencias de lo más variopintas que nada tienen que ver con el "erotismo avainillado" del dichoso Grey.
Se trata de un lbro  mucho más corto, quizás con un toque hispano, en el que pasan muchas más cosas. Una relación puede que más primitiva y menos lujosa, pero sí mucho más lujuriosa que la famosa trilogía. Se trata de una novela mucho más explícita en la que los psicotraumas de los personajes, aunque latentes, pasan a un segundo plano.
En mi opinión, es un texto entretenido y fácil de leer. No se lo recomiendo a quien busque un romance ni a quien no le gusten las películas españolas, pero sí a los que esperan más acción en menos palabras. En definitiva, un libro especial para el frío invierno.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Infidelidad

Lo confieso: Soy infiel por la naturaleza.  Es así. He intentado tomar cartas en el asunto, pero es algo contra natura. Una fuerza superior a mi que hace que quiera ver a más de uno (seamos sinceros,cada uno sirve para una cosa distinta y funciona mejor en un terreno que en otro); que quiera oler a más de uno y que quiera dividirme  y no ser de nadie.

Logré acabar con los anteriores sin tener que romperles el corazón. Simplemente absorvía todo lo que de ellos me interesaba y cortaba la relación. Pero contigo es distinto y no quiero dejarte a medias, pues estoy ansiosa por terminar de descubrirte. Aunque, ya te conozco del pasado, de mis sueños, solo que hablabas en otra lengua. Al principio lograba grandes peripecias para que no te enteraras de lo que estaba pasando. Hacía horarios laboriosos y turnaba mis horas entre tus amigos y tú. Ponía, incluso Km de por medio, para que no te enterases y para que siguieras pensando que eras único. Pero a día de hoy es tontería esconder a tus amigos en un armario, o en su defecto en una estantería, para que no puedan contarte cómo ha sido estar conmigo. Ahora me parece todo tan natural que te pongo junto a los que esperan para que charles y no te aburras, mientras miro fijamente a otro.

Soy consciente que esta práctica está denostada por la sociedad en la que los valores de la fidelidad están muy arraigados. La guerra de Troya, con sus guerreros, sus dioses y toda la mitología que le acompaña, puede llegar a ser de lo más interesante (aunque ya lo hayas leído antes). Pero no puedes comprometerte con una relación seria cuando estás en una etapa en la que evitas lo trascendental y quieres relajarte sin pensar mucho.  Está mal visto empezar una relación cuando aún no has acabado con la que ya tenías.

Pero con los libros creo que podermos permitirnos excepciones. Solo conozco a una persona a la que le apasiona leerse el diccionario de pe a pa como si fuera una novela de ficción, riendose de las palabras que le suenan graciosas o descubriendo las que desconocía. También están los libros de cocina que sufren más quemaduras de segundo grado que mal de ojo. Pero mi querida Iliada no se merece las ocho infidelidades que ha sufrido, por lo que me he propuesto acabar con ella este año. No se lo digáis, no quiero que sufra. Será mejor para las dos.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Con el uniforme hasta las tantas

Son las 17:00, sales del trabajo (el que tenga, claro) y te encuentras con el atascazo. Antes o después llegas a casa, te quitas el uniforme y observas cómo va acabando el día. Puedes salir de nuevo a aprovechar lo que queda de tarde o tumbarte y relajarte. Para ti el día ha acabado. Una taza de té y unas galletas de mantequilla (o unas cañas con tapita) te hacen olvidar los incidentes del día. Ahora todo tiene hasta su gracia. "Carpe diem, mañana será otro día", piensas.
Pero cuando el Sol se acuesta la Luna se levanta. Mientras tu día acaba comienza la jornada...
-del camarero que te sirve.
-del segurata con cara de pocos amigos que estaba a la entrada de aquella discoteca .
-del barrendero que tan limpia deja la calle (lo sé, hay gente que piensa que las calles se limpian solas, pero no. Es el barrendero. Lo he visto con mis propios ojos. Palabra de limón).
-de los voluntarios de la Cruz Roja (¿Quién si no recogería a las señoras que se parten la cadera cuando se bajan de la cama?).
También comienza el día para muchas enfermeras, pues tienen que atender a las señoras de huesos porosos que llegan en esas ambulancias. Ahí están. Al pie del cañón. ¿Las has visto? En mi opinión, no todo el mundo aprecia la labor de estas profesionales. No hablo de los que pasan inconscientes frente a ellas o de los que están en coma y no dan las gracias cuando ellas comprueban que la vía está bien puesta. Hablo de quien las ve sin mirarlas. Para ellos pasan desapercibidas. Los pacientes preguntan por el médico, los familiares por los pacientes, los médicos por los familiares, pero ¿Y las enfermeras? Parece que incluso el estado las infravalore por el simple hecho de ir a trabajar en pijama.
Desde donde yo vivo oigo las ambulancias y las escucho a ellas mientras se manifiestan por sus derechos. Había días que me unía al volver de la piscina. Pues, aunque no salve vidas ni sepa cosas útiles sobre drogas con receta, me identifico bastante con ellas. Compartimos ideas, uniforme y transparencia.
Mis vecinos cuando me ven uniformada piensan que soy una vaga que pertenece a la generación Ni-Ni. Cuando abren un libro, ven una película o comen en un griego no piensan en alguien como yo. En ocasiones, cuando tú te has despertado, querido vecino, alguien como yo todavía no se ha acostado. Ha estado trabajando en un texto para que esté bien redactado, sin errores ortográficos, sintácticos, semánticos, pragmáticos, de registro o de estilo. Algo que puede que te alegre el día o que te entristezca. Pero que sin ese alguien no podrías siquiera experimentar esos sentimientos, porque no entenderías el significado oculto que se encuentra tras esos caracteres inconexos esparcidos como manchas negras sobre un fondo blanco, también llamados letras.
En navidad me suelen regalar uniformes. Los agradezco, porque me encanta mi profesión (en especial cuando tengo trabajo). Me gusta tomarme un té entre palabras y palabras. Darles sentido, intentar trasmitir lo que comprendo pero otros no alcanzan a entender. Me gusta saber que lo que hago facilita la comunicación.
Me gusta quedarme en segundo plano y verte entender. Esa imagen para mi es casi tan reconfortante como una sonrisa de alguien que se está curando.
Puede que solo sea una doña nadie que se alegra porque no cierren la Unidad de Cirugía Cardiaca Infantil .
Puede que solo te haya revelado el mensaje encriptado del prospecto de Corifina.
Pero existo, pese a ir en pijama a trabajar.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Catarsis

Muchas listas llenas de propósitos, objetivos o simples quehaceres. Listas en excel, en word, en la libreta amarillo limón, en un sobre vacío y en post it (amarillo, rosa, blanco y verde). La agenda llena de citas y deadlines en diferentes colores (con más post it) que simulan un arcoiris. Un solo cambio en el orden día desbarata todos los planes y abre camino a la improvisación.
Sobre la mesa del escitorio los papeles se van amontonando con un orden que solo una persona entiende. Los números de teléfono importantes sin dueño, las fundas etiquetadas, los bolígrafos con y sin tapa, los libros a medio leer y  las cartas sin contestar componen el desorden ordenado de cada día. Para no desanimarte: una florecilla que se mueve con la luz del sol, la foto del pirata que te ha robado el corazón y un post it que te recuerda que tienes que seguir adelante con paciencia.
Cada día te levantas entre las 6:00 y las 8:00 de la mañana, te duchas, deasayunas, revisas el bolso y la consola se enciende, comienzas tu día. Te conviertes en una especie de personaje de videojuego. Quieres alcanzar el nivel 16, pero apenas has empezado a jugar. Tienes que ganar las misiones para poder subir de nivel.Conseguir la espada mágica papeles de la mazmorra  oficina de algún troll  hambriento funcionario petulante al que le han bajado el sueldo. Con la espada mágica debes encaminarte por la laguna de la  inapetencia. Para combatir el aburrimiento típico de estas aguas debes utilizar un arma de papel llamada "libro" que conseguiste en el nivel 2, después del flechazo de cansancio que te alcanzó al querer matricularte en la escuela de idiomas para aprender grignon. También vale llevar encima una libreta de sudoku; o un poco de vocaabulario grignon o tedesco que desconoces. Así pues, una mañana se considera productiva cuando has conseguido más de una espada o llave mágica que te abra otra puerta.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Positividad

Hay días en los que lo vemos todo negro cuando quisiéramos que fuera blanco. Está claro que para gustos se hicieron los colores y para delanteras los sujetadores, pero muchas veces está en nuestra mano cambiar la tonalidad de la realidad. Solo tenemos que limpiar las gafas para descubrir que las cosas también pueden ser de un gris elegantísimo. Antes bien, en muchas ocasiones lo único que hay que hacer es dejar de ser racista. Si es negro por algo será. Y no es malo, solo hay que saber apreciar lo positivo de cada situación.
  Así pues:

-Si se avería el ascensor bajar por las escaleras te puede venir bien.
-Si no funciona la tele puede que sea porque es hora de leer un libro.
-Si tienes muchos mails para contestar es tu oportunidad para mejorar tu redacción.
-Si no recibes correo no tendrás que responder a nadie y será tu  momento de tomar la iniciativa.
-Si tienes mucho trabajo tienes algo en lo que entretenerte.
-Si no tienes trabajo tienes tiempo libre que puedes emplear para escribir un libro, por ejemplo.
-Si llueve aprovecha para sacar el chubasquero rojo de Eukanuba que te regalaron y no dudes en causar sensación (de cualquier tipo).
-Si hace sol vete a la playa (eso sí, usa protección).
-Y si los dos fenómenos atmosféricos se han empeñado en acaecer al mismo tiempo aprovecha para probar una combinación impoible entre bikini, chubasquero y botas de plástico (atención: este blog no se hace responsable de las posibles detenciones por escándalo público de bloggers en paños menores que interrumpan la fluidez del tráfico y en consecuencia, produzca accidentes).

Muchas veces nos ponemos nerviosos por acontecimientos que al fin y al cabo no son tan trascendentes. Este hecho repercute en nuestra salud y en la de los que nos rodean. "Tomarse las cosas a pecho", como quien dice, no es nada saludable y no creo que haya un solo cardiólogo que lo recomiende. Suben las pulsaciones, la tensión y florecen los instintos asesinos. Además, crea una especie de "estado de embriaguez" en el que sacamos todo el mal de nuestro cuerpo y puede que incluso arrojemos mensajes de lo más podridos desde nuestro interior. Palabras que deberían haberse convertido en compost desde hace mucho tiempo que van seguidas de arrepentimiento y agonía.

Hay quien opina que hay que "desahogarse" y sacar toda la basura de nuestro hogar. Pero, en mi opinión, reciclar es fundamental para un correcto procesamiento de los materiales inútiles. Está claro que los cubos de basura son nuestros, pero echar vidrio en el contenedor amarillo no está bien. Todos somos conscientes de la situación socioeconómica que vive el mundo. Sabemos que tenemos que luchar para conseguir nuestros objetivos. ¡Pues hagámoslo! (Limones y humanos). Quejarnos con las manos cruzadas no nos hará avanzar, solo consegirá que se nos vaya la fuerza por la boca. Si lo intentas, fracasas y te frustras ¡quéjate!Si nisiquiera lo has intentado disfruta del silencio y dejan que los demás también lo hagan.
Esta semana no tengo ganas de quejarme. Y propongo que el TT de esta semana sea #SemanaDeLaPositividad. ¡Mucho ánimo! Y recordad:

                                        "Si el futuro es negro ya escampará y si no....
                                              ...al menos, combina con todo".*






*Esta frase está parcialmente copiada de una entrada de HariRari

jueves, 20 de septiembre de 2012

Una práctica de besugos a ritmo de salsa Orlando

Yeyo asevera que todos mis problmas con la conducción se basan en la falta de salsa en mi vida:
                      Yeyo: -Gire a la derecha. Necesitas más salsa.
                        Lemon: -Pero ¿usted que se cree? Soy un limón no una papa frita*.
                        Yeyo: -Pues a ti lo que te hace falta es salsa. ¡La otra derecha!
                        Lemon: -Oiga, un respetito, que soy un limón y me baño en té todas las mañanas.
                       Yeyo: -¿Y? ¡Haz la "L" que te has comido todo el carril de la izquierda!
                        Lemon: - Que usted es más de café y no entiende que el ketchup es para las papas locas.
                       Yeyo: -Lemon, solo te he dicho que vayas a clases de salsa que te vendrá bien para coordinar los movimientos.
                        Lemon: -¡Pues haber empezado por ahí!
                        Yeyo:- ¿Entonces vas a apuntarte?
                        Lemon: - ¿A qué?
                        Yeyo: - ¡A salsa! ¿A qué va a ser?
                        Lemon: -Ahm...¡NO! ¿Que a qué lado voy?
                        Yeyo: ¿Por...?
                        Lemon:- Porque por aquí no puedo ir recto, solo hay derecha o izquierda. Y porque en la nevera tengo un bote de barbacoa, uno de ketchup, uno de mayonesa y uno de alioli que ahora mismo son considerados armas bacteriológicas.
                        Yeyo: - ¿Y para qué los guardas?
                        Lemon: -¡Pues voy para la derecha! Nunca se sabe cuándo viene alguien a comer a casa.
                        Yeyo: -Era para la izquierda (explica algo sin lógica alguna para un limón). ¿Y quieres matar a tus invitados?
                        Lemon: -¡No lo entiendo!
                        Yeyo: -Yo tampoco.
                        Lemon: -Pues vamos apañaos si usted es el profesor. Esperemos que el examinador tampoco entienda.
                        Yeyo: - ¿Lo vas a invitar a comer a tu casa?
                        Lemon:- ¿A quién? Odio esta rotonda, se me meten las motos en el angulo muerto y me pegan cada susto.
                       Yeyo:- No me cuentes tu vida...Yo soy motero, pero no monto en moto desde hace más de un año.
                       Lemon:- Eso es una tautología.
                       Yeyo: -No, un cambio de rasante de reducida visibilidad.
                       Lemon:- ¡Que nó! Que es una tautología porque....
                       Yeyo: -¡Que pongas primera que en ese ceda al paso no ves ni tres montados en un burro!
                       Lemon:- Ya lo iba a poner...
                       Yeyo: -Sí, pero tiene que ser antes, porqueque si sueltas el embrague en la rotonda esta se te embala el coche.
                       Lemon: - No, el embrague no lo suelto que se me cala el coche en la cuesta y no voy a acelerar si no veo nada.
                       Yeyo: - ¿Tautología?
                       Lemon: -No, cambio de rasante de visibilidad reducida
                       Yeyo:- Ya...pero y la tautología.
                       Lemon: -Se intoxicó con las clases de salsa en mal estado y con el que venía a comer, creo.
                       Yeyo: -Entonces has matado al examinador y te has quedado sin examen.
                       Lemon: -La tautología sigue dándome más pena.
                       Yeyo: -¿Pero qué era la tautología?

*En el español de Canarias el término "papa frita" alude a una persona tonta, imbécil o estúpida. Entiéndase el doble sentido de la oración.

martes, 18 de septiembre de 2012

Yeyo

Conoce a Calamardo, el de Bob Esponja; se parece al calamar de Kayak; es primo del pulpo Paul (que en paz descanse y en paz nos deje); y tiene la misma afición a la salsa que los calamares con alioli (que por cierto, ¡están de muerte! en todos los sentidos) de ese famoso chiringuito de Las Canteras que todos los años por verano cierra sanidad. Pero, por extraño que parezca, no es un cefalópodo.
No posee los brazos de Hécate ni es un hecatónquiro, pero seguro que se llevaría bien con ellos, por el compendio de actividades variopintas que lleva a cabo:
-Surfea como si, de un día para otro, la mar fuese a sufrir una parálisis y se quedara quita para siempre.
-Hace submarinismo, de vez en cuando sin seguro. Después, me lo cuenta y me hace cómplice de suicidio premeditado. De esta manera, me produce insomnio y provoca que compre más infusiones de manzanilla para intentar paliar el desvelo. Así pues, empiezo a pensar que lo del submarinismo es una simple escusa para desencadenar una compra masiva de camomila y llevarse una suculenta comisión (Sospechas de limón).
-Se machaca a media noche en el gym, para venir hecho una alegoría a la descomposición humana en vida (Pero se toma unos donuts con azúcar en Cá Lolo y resucita en un santiamén, con agujetas, pero ¿qué esperas de unos donuts? ).
-Está apuntado a esgrima en la academia que está "debajo" de mi casa, pero no va nunca.
- Eso sí, a la piscina sí que va y vuelve más suave que una pluma de faisán.

Para contrarrestar todo el ejercicio físico anterior y para ser fiel a eso de "mens sana in corpore sano" también:
-Se dedica a comer el coco, absorber el cerebro, dar clases de catequesis.
-E intenta enseñarme a conducir pero....
   ...¡el que mucho abarca poco aprieta! (Y más si solo tiene dos brazos)
            ....y esta labor no se le da muy bien.

Es decir,Yeyo es mi profe de cocheescuela. Aunque prefiera tener la cabeza en cualquier parte menos en el coche (No es de estrañar siento mi copiloto). Es el que se empeña en tocarme el volante cuando quiero circular en dirección prohibida (¡Sí, me gusta! ¿Algún problema?... lo sé, así no hay manera de sacarse el carné, pero a mi me gusta ir a contracorriente. Soy un limón rebelde). También me llama "Lem", cuando no le he dado confianza para que lo haga. Sé que lo hace para suavizar situaciones violentas. Al igual que cuando se fija en el color de mis uñas en medio de una discusión (y me intenta distraer como si fuese Penny fingiendo interés por la manicura).
Pero nuestra relación no termina de cuajar, pues tiene una obsesión con la salsa, o, más bien, una teoría que  relaciona la conducción con los bailes de salón. Y esto último es algo que no entiendo muy bien y, debido a la ingente cantidad de metáforas que de esta área emplea,  entender sus consejos, indicaciones y sugerencias se me hace misión imposible. Aún así, tiene mucha paciencia. Algo imprescindible para evitar frenazos, adelantamientos estilo "piratas del caribe" y demás maniobras propias de un limón.


*Las imágenes son de google.

lunes, 17 de septiembre de 2012

1+1 son 7 y algún que otro problema más

Erase una vez un silencioso y pacífico cuarto en un quinto sin ascensor en el que vivía un limón con sus dos cáctus igual de silenciosos y pacíficos. (Bonita la historia ¿verdad?)
Hasta que un día llegó la casera, consideró que era todo demasiado bonito para ser verdad y metió al pequeño Bardem en casa. "Bueno, Lemon, es uno solo podrás con él. Déjale las cosas claras e imperará la armonía en esta casa". ¡Y un cuerno!

Miércoles
Después de perturbar mi preciada siesta, el pequeño futuro actor venía con su progenitora, habladora y pesada a partes iguales (Y no me refiero al peso en sentido literal, pues este especímen es bastante delgado). A este ser le gusta perseguirte por toda la casa (hasta el baño si es preciso) para contarte una y otra vez lo mismo, que, encima, no te interesa ni lo más mínimo. Cuando la ignoras se pega al movil, cual lapa, y parlotea como si al día siguiente le fueran a extirpar la lengua y no hubiese tiempo que perder. Y claro, tienes que aprovechar este preciso instante para refugiarte en tu madriguera....
Pero como ya no tienes una casa para ti sola pues:


-el cuarto de la plancha se ha convertido en la habitación del mini-Bardem;
-la mesa grande del salón vuelve a usarse para comer y deja de ser tu despacho y de estar lleno de papeles;
-y tu cuarto de baño ya no es TU cuarto de baño porque has sacado todo lo que tenías dentro para dejar "hueco".
De esta manera, tu habitación se convierte en una marabunda de ropa, papel y potingues y te empiezas a agobiar.
Aún así una se busca algo de sábana (debajo de toda esa ropa sin planchar y esos bolsos sin colocar) para poder respirar y pensar: "Ánimo, solo son dos (que valen por ocho) y la madre se va mañana, solo tienes que aguantarla hoy".
¡Y un cuerno!

Jueves
La madre no se va al día siguiente, en su lugar "limpia" la casa (que ahora huele a ensaladilla rusa) y conquista mi cocina. Para más inrri pretende que espere tres horas y posponga todos mis quehaceres para esperar por lo que ella prepara. Me extraño por la basta elaboración de alimentos (demasiado potaje para tan pocas bocas). Pero al poco me entero de que viene a comer media familia (Estoy convencida de que Fran Perea puede leer el futuro y se ha inspirado en mi desgracia para su canción). ¡Lo que me faltaba! Preparo una ensada, me la como y me marcho, no sin antes ser interrogada:
                              -¿A dónde vas? -A la calle. ¬¬
                              -¿Y qué vas a hacer? (¿Qué coño le importará?) -Cosas...¡Adiós!
                              - ¿Vas a llegar tarde? (Esto ya me parece una desfachatez, así que no le contesté)
Viernes
Al día siguiente, la madre tampoco se fue, así que decidí irme yo y volver el lunes a conocer a mi compañero de piso en acción:

Lunes
-Abro la puerta.
-Saludo a las moscas de la fruta
-Salto los obstáculos del salón, ya que alguien ha jugado al corro de la patata (sin mi) y no ha vuelto a colocar las sillas en su sitio.
-Abro la ventana, pues no me gusta el olor a macho junto con el de ensaladilla rusa (manías mías).
- En el fregadero de la cocina hay un montón de loza impregnada en una especie de mugre negra que prefiero no describir.
- En el cuarto de la lavadora echo de menos una manguera que salía de la máquina lava-ropa y que sacaba el agua sucia. Pondré unos carteles con foto a ver si alguien la ha visto y aparece...
- Botes de champú, detergente líquido y lavaplatos mal cerrados o abiertos que pueden caerse y liartela (Según las leyes de Murphy) justo cuando más prisa tienes.
-Finalmente, creí haber alcanzado la cúspide de mi enfado al ver  la tapa del water levantada, pero realmente los pelos se me pusieron de punta cuando me dio un corrientazo al intentar colocar los enchufes donde iban.

                                       ¿Me estaré convirtiendo en una maniática?


domingo, 2 de septiembre de 2012

Enclaustrada

Breve pero intenso: 88 escalones hacia abajo, abrir la el portal, depositar una bolsa de envases en el contenedor amarillo y otra de deshechos naturales en el orgánico, comprobar que era día de celebración para los testigos de Jeová de debajo de casa y volver. Lo que más tiempo me ha llevado ha sido encontrar las llaves para poder salir de mi morada (unos 10 minutos largos).
Supongo que esas cosas pasan cuando una lleva dos días sin salir de casa. Este autosecuestro se debe a que tengo que estudiar y que mañana es el gran día.

Llevo un mes entre apuntes, pero en estos dos días parecen haber habido una orgía de celulosa y polipropileno o polietileno (no estoy muy segura), dando como resultado más hojas, de tal manera que si ahora me preguntas: -Comment tu t'appelle?
Puede que te responda: -No, aún no como papel, me queda algo de comida en la nevera, pero como me  cruze con  Ferdinad de Saussure, padre de la lingüística e inventor de todos y cada uno de mis problemas, le serviré un surtido variado de canapés de sus principios constitutivos del texto y de su dicotomía establecida entre lengua y habla.
Si me encuentro a E.Lang le pido que me explique en qué se diferencia su marco de integración global con la macroestructura global de T.A. van Dijk. Como este último vaya al mismo super que yo le preguntaré que si no ha tenido suficiente con que sus paisanos piratas saquearan la capital hace unos 400 años y mandaran hace relativamente "poco" una campana para pedir perdón. Quizás por ello  me torture con la naturaleza semántico-pragmática de su MG. ¿Acaso pretende que su teoría provoque campanazos en mi cerebro?
A Dressler y a De Beaugrande los felicitaré, por ser unos de los pocos que se ponen deacuerdo en algo, aunque lamentablemente su teoría no sea la que entre en el examen, pues mis docentes prefieren a E.Coseriu que es más puntilloso y cuyo estudio es más largo y complejo.
También he sacado en claro que si Julia Kristeva y R. Barthes se hubiesen conocido hubiese habido boda.

Os preguntaréis: "¿pero qué tipo de infusión caducada se ha tomado Lemon hoy que se le entiende menos que de costumbre, que ya es poco?". Pues bien, no soy yo, es la voz de la frustración la que ha hablado. Explicarle linguística textual a un tarro de mermelada de albaricoque no puede ser sano. Encerrarse en casa no es sano. Y matar de aburrimiento a quien lea este post tampoco lo recomiendan en "Saber vivir". Pero tener dolor de cabeza y darte cuenta que el único antipirético efecaz que tienes es un limón provoca este tipo de delirios.

sábado, 25 de agosto de 2012

El chico de la sonrisa

En una boda te vi. Tu sonrisa fue lo primero que me llamó la atención de ti. No conocías a los novios y te aburrías porque a quien habías acompañado se divertía sin ti. De buenas a primeras decidiste marcharte a buscar música más animada por otra parte.

No sé lo que encontraste porque nunca me lo contaste, pero está claro es que no te entretuvo porque volviste. Me sorprendiste pues no esperaba verte más. Aún así, charlamos y reímos como si de toda la vida nos hubiésemos conocido. Conseguí ponerte con los dientes lasrgos al describirte el postre que te habías perdido. No bailaste conmigo porque te daba vergüenza. No obstante, te ofreciste a congelar con la cámara los momentos felices de la noche.


Entre foto y foto descubrí que conducir te encantaba; que, pese a ser tan joven, habías acabado la carrera y ya trabajabas; que tu pasión eran los ordenadores y que te gustaba practicar deporte y estar con los tuyos. Me demostraste que eras un buen amigo porque, pese a aburrirte como una ostra conmigo, te quedaste.

La media noche se acercaba y, aunque no era Cenicienta, mi tiempo se agotaba. Debía dormir un par de horas antes de montarme en el tranvía, coger dos trenes y dos aviones antes de llegar a mi nuevo destino.
Como buen informático maniático no me diste tu correo. No esperaba otra cosa, pues durante la noche me había dado tiempo de descubrir que había una parte de tu profesión a la que temías  a la vez que respetabas y con mucho cuidado tratabas. Lo que nunca me hubiese imaginado es que otra de tus pasiones hubiese podido acabar contigo.

Esta mañana cuando abrí el correo supe que algo malo te había pasado. Recibí un link de lo que parecía ser un blog tuyo. Extrañada empecé a leer y descubrí que lo habían abierto tus más allegados para recordarte. No sé si allá donde quiera que estés tendrás internet, pero como veas la cantidad de fotos y datos tuyos que circulan por la red puede que pongas la misma cara que cuando viste a la recién casada dándome un beso en la boca su marido al lado. No tardaste en entender que simplemente era una muestra de cariño de unas amigas que nunca se ven (y unos tacones traicioneros que te hacen perder el equilibrio). Así pues, me regalaste una de tus mejores sonrisas. Una que nunca olvidaré.

miércoles, 25 de julio de 2012

El amor en tiempos del cólera III

Junio de 2012:
Ni frío, ni calor, solo insomnio. Leyendo La Ilíada en inglés para intentar conciliar el sueño. No era la lectura adecuada, pero no quería serle infiel a tanto griego y a tanto romano, pues su venganza podía llegar a ser mortal para mi consciencia. Dos manzanillas después, era hora de plantarle cara a la estantería. Necesitaba algo en español que no hubiese leído y que no enganchase, ya que la intención era volver a los guerreros al día siguiente. Debía elegir entre un tratado de lingüística general de Ferdinand de Saussure o Amor en los tiempos del cólera.

La segunda opción parecía la más acertada, ya que era impensable engancharse a semejante argumento.
El libro comienza con una muerte, otra cosa no era de esperar, pues nos encontrábamos frente a un dramón en toda regla. Pero no iba a ser el argumento, que vagamente recordaba, el que provocara la lectura compulsiva de las primeras 100 páginas. Las descripciones de los lugares y la jerga de la época empleada en los diálogos de los personajes hacen que podamos sentir la brisa del Caribe en nuestas propias carnes e incluso podamos escuchar a los micos y a los loros de entre la arboreda. Pese a las altas horas de la madrugada en la que nos encontrábamos leyendo esas páginas el sol abrasador parecía brillar más fuerte que a la hora de la siesta. Mientras nos adentramos en el río podemos incluso oler la pestilencia de los cuerpos putrefactos que flotan en sus aguas y ver cómo los cocodrilos dejan sus bocas abiertas para engañar a las preciosas mariposas que revolotean ajenas al cólera. En el Parque de los Evangelios escuchamos La Diosa Coronada del violín de Florentino Ariza. Lo contemplamos mientras lee poesías que de memoria se sabe. Fermina Daza finge tomar apuntes mientras contesta a una carta de amor como si de un telegrama se tratase. Vislumbramos incluso los movimientos de su trenza cuando corre y los detalles de su vestimenta. Para más inrri sentimos la tristeza que desprenden las rosas que Florentino Ariza, presa de su sentimiento de culpa, planta junto a la tumba de una de sus amantes. El olor de estas con el rocío de la mañana provocan un "efecto cebolla" irremediable.

El orgullo, los celos, las infidelidades, los amores no correspondidos, los matrimonios de conveniencia y las personas vacías tampoco podían faltar.
El autor escribe de una manera preciosa, poética pero sin rima lo que hace que no sea tan sobrecargada.
La cronología del libro no es fija: Cuenta la historia desde el final y luego va secuenciando la vida de los protagonistas y dando más detalles del carácter y de la situación de los personajes.
Así pues, aunque no estéis dispuestos a esperar cincuenta y tres años, siete meses y once días con sus noches al amor de vuestra vida, estaremos deacuerdo que a esa edad o a cualquier otra el que no tiene memoria debe fabricarse una de papel (mi frase favorita del libro).



martes, 24 de julio de 2012

El amor en los tiempos del cólera II

Diciembre de 2009:
Viena, -20ºC, un frío que pela y que hasta las pestañas congela (literalmente).
Ese mismo limón hecho granizada se baja de un tranvía de la Guerra Fría para ir a la casa de su Tandem (un ser muy útil, imprescindible si quieres aprender alguna lengua). Era una de esas visitas semanales que se habían convertido en rutina desde octubre. Y, como el roce hace el cariño y la confianza da asco, pregunta el limón:
-¿Quieres que te traiga algo de Canarias cuando vuelva? (Pensando en un mojo, un paquete de gofio, unas ambrosías o unos chorizos de Teror).
-Sí, traeme un libro de amor que sea muy pero que muy romántico. Uno que me haga llorar.
En la que te has metido Lemon, pero si tú de eso no entiendes.

En la librería (Novelas de bolsillo).
Hay gente a la que se le da bien hacer regalos. No es el caso de Lemon. Además, regalar un libro que no ha leído va un poco en contra de sus principios. De pronto experimenta una especie de flashback al ver una portada. ¡Anda! Gabriel García Márquez. No recordaba la trama con exactitud: Un amor no correspondido debido al estatus social, un montón de amantes y un porrón de años esperando al ser amado. Era lo más parecido a algo que hubiese leído y tenía la certeza de que iba a ser más empalagoso que un Sacher-Torte (típico dulce vienés de chocolate más seco que una mojama) sin nata.

Enero de 2010:
495 páginas bien envueltas llegan a su destinataria. Era perfecto. ¿Qué podía fallar? Abre el paquete. Atenta a su cara, esperando una sonrisa: Es cierto, este ejemplar debería ir acompañado de un paquete de cleenex, pero tampoco es para poner esa cara mexcla entre desilusión y vergüenza.
-¿Qué pasa?.
-Ya lo tengo, lo siento. Encima en español, en alemán y en italiano.
Alguien se había adelantado. No quedaba más remedio. Tenía que traer otro. Esta vez nada de sorpresas. Lo primero es saber si tiene el libro. Así pues, Amor en los tiempos del cólera voló de nuevo para quedarse en la estantería cogiendo polvo.

 ¿Os ha pasado alguna vez algo similar?


También te puede interesar: la entrada anterior

domingo, 15 de julio de 2012

El amor en los tiempos del cólera I

14 de febrero de 2008:
Hacía calor, pese a que era pleno invierno. Esa misma mañana la exótica playa de Arguineguín estaba llena de toallas y cuerpos que parecían espolvoreados con azúcar glass o que lucían un moreno esplendoroso, propio del mes de agosto. Todos ellos embutidos en minúsculos bañadores de colores chillones que hacían sangrar las pupilas. No era de extrañar, pues esos bustos, lejos de esbeltos, habían tenido poco tiempo para recuperarse de los excesos de las Navidades. Fueran o no delgadas, no podían faltar las gambas andantes que producían dolor con tan solo mirarlas. Pensar en la noche que iban a pasar estremecía al menos empático.

Por la tarde ya se podía andar por la calle sin quedar pegado cual chicle al los adoquines. Tocaba sesión de cine en el no tan exótico barrio de Vecindario. Un asiático nada maniático y un limón sin opinión coinciden en que la película es una escusa para comer palomitas. Y a falta de rubia que decidiese había una turca loca que abrió la boca para elegir el film que hoy toca: Uno con pinta de dramón al que acudirían solteronas del montón y las que no lo son. Una peli de "cortarte las venas", triste como ella sola. Toda una terapia de choque para quien pensase que su vida no podría ir a peor y acabar convencido de que uno vive en un cuento de hadas.

Dos párrafos después, he de confesar que el limón se quedó en estado cítrico casi en los anuncios. De vez en cuando recuperaba la consciencia y veía a Javier Bardem con alguna moza de buen ver con ropa del siglo XIX.  Para justificar la conducta poco respetuosa diré que tan solo tenía 18 años y el sentido del romanticismo menos desarrollado que un cáctus sin flores.
A día de hoy aún no he vuelto a ver la película, pero creo que merecería la pena pues hay un momento para cada película y una película para cada edad. ¿La habéis visto? ¿Pensáis que al volver a ver un film podemos apreciar detalles que se nos pasaron por alto en un principio o lo que ha sido así nunca cambiará? ¿Alguna vez habéis ido al cine "por ir" sin intención de ver nada en concreto o lo pensáis con detenimiento?

Continuará...

lunes, 9 de julio de 2012

Libros boomerang


Tomar una taza de té junto a la ventana mientras leemos un libro puede convertirse en un viaje en el tiempo. Ese marcapáginas casero con sus motivos dorados, que en su día te regaló cierta amiga, mantiene el libro abierto por la misma página desde hace horas. Una frase nos ha distraido y nos ha hecho levantar la vista al frente y mirar al vacío. En nuestra mente un torbellino de ideas nos hace divagar de forma vertiginosa, mientras, en la novela el tiempo se ha detenido y  la trama permanece congelada como si de un fotograma se tratase. Nos encontramos frente a nuestra propia historia.

Tal día como hoy hace años, puede que esa ventana no existiera, que el autor de esa novela no hubiese nacido o que aún no la hubiera escrito; incluso, puede que eso dé igual, pues nosotros por aquella época aún no dominábamos el arte de la lectura y de poco nos hubiese servido ese conjunto de ideas, expresadas mediante palabras enlazadas con sentimientos, esparcidas por las distintas páginas unidas entre sí. Pero si viajamos a un pasado más cercano y recordamos el día que ese libro llegó a nuestras manos, nos daremos cuenta de que el libro es un ente pasivo y que para venir debió que ser transportado por un tercero. Muchos libros acaban en la hoguera porque sus dueños recordaron quién los hubo regalado. Otros muchos quedan olvidados en estanterías llenas de polvo en vez de ser devueltos a sus dueños que anhelan releerlos.

Esos propietarios lejanos de esas obras sin miembros desearían que sus páginas se enrollaran entre sí y formaran un boomerang para poder escapar así de las garras de sus prestatarios y volver a los brazos de quién los echa de menos.
"Treue Sprunge", "Crónicas de Narnia", gramática inglesa, gramática alemana volved con mami que os extraña mucho.

viernes, 6 de julio de 2012

La tetería de las carpitas

Parque Doramas
Tal día como hoy a las dos de la mañana de una noche calurosa en la que hasta los dormidos permanecen despiertos, un limón daba vueltas en su frutero intentando conciliar el sueño. Cansado de no conseguirlo decidió hacer algo más productivo:
-Empezó a leer y a leer y a leer. Conseguía cansarse pero no dormirse. Cambió de actividad.
-"Es hora de mejorar mi gramática inglesa", pensó. Cinco temas después decidió dejarlo para el día siguiente (y hasta después de un mes no retomó su propósito).
-Eran las cuatro de la mañana ya. Por aburrimiento y la necesidad de calmar su intranquilidad con una actividad pasiva decidió encender el ordenador. No había nada nuevo en las páginas de chorradas que solía visitar. Ya lo había leído todo, incluso los artículos de una amiga suya que tenía un blog muy interesante. "Eso de tener un rinconcito tiene que estar bien para desahogarte sin vergüenza alguna (ACIERTO). Total, nadie te va a leer (ERROR).
En esa noche de desvelo se empezaron a colocar los primeros ladrillos de esta tetería que poco a poco ha ido creciendo (pese a la crisis). Curiosamente nunca se ha hablado de ningún tipo de té en concreto. Da la impresión de que la infusión solo sea una mera escusa para pasar un buen rato.
No obstante, después de 18 entradas, ha sido visitada 1764 veces y tiene 21 adictos al té afiliados. Todo esto en tan solo  
UN AÑO.


Así pues, muchas gracias:
-a los que pasáis de vez en cuando a tomar un té verde, rojo o negro.
-a los que entráis a leer el periódico sin dejar ni rastro.
-a los que comentáis y rellenáis los crucigramas.
-a mis adictos al té, ¡pobrecitos míos!
-y a los que echáis de comer a las carpitas :)


Las carpitas del blog se alimentan de visitas y de comentarios. En cambio, las del parque Doramas aprovecharon el pan que me sobró la semana pasada y están igual de contentas.

lunes, 2 de julio de 2012

¿Qué tipo de Sims eres?

 Cada día hay más misiones que confirman tu tipología Sims:

- Si las llaves que juegan al escondite contigo justo antes de salir de casa y que hacen que seas puntual en tu impuntualidad al llegar 5 minutos tarde a cualquier reunión que tengas a primera hora del día.
-Si hay  un nosequé que te despierta cada mañana 5 minutos antes de que suene el despertador.
-Si sientes la necesidad de tener una agenda en la que planear tu futuro. La vieja acaba el 1 de julio y te deja sin porvenir a partir del lunes y tines que hacerte con otra. Ya lo decía Gabriel García Márquez: "El que no tiene memoria tiene que hacerse una de papel".
-Si padeces la extraña necesidad de escribir las reuniones que tengas y los "to do" en ella, aunque después no la leas, pues a base de escribir tus quehaceres te los sabes de memoria. Pero al tacharlos te muestra que has tenido un día productivo. Como si de un ranking de premios se tratase:

-Piscina -->Hecho
-Cocheescuela--> Hecho.
-Biblioteca --> Hecho.
-Meterte con algún órgano público--> Hecho.
-Si no contenta con tus acciones fabricas listas/horarios por tema en los que te propones un reto: Una para la lectura en la que te comprometes a leer media hora al día (lo haces así porque si el libro te engancha sobrepasas el tiempo y si no lo hace no lees); tu lista de temas cuando estás estudiando algo, un horario de labores cuando quieres terminar alguna manualidad que tienes estancada desde hace mucho y así sucesivamente. Así subes de nivel en cada una de las áreas de especialidad.
-Después también tienes tus "rituales" de Sims: Limpiar justo antes de salir de casa para encontrartela limpia cuando vuelvas sin energía, poner la lavadora los viernes y planchar los domingos, hacer un foodtimetable para saber qué comprar los lunes de 10:30 a 11:00 y no perder tiempo pensando qué cocinar hoy, hacer tus 5 comidas al día.
-Aunque el Sims descrito pueda parecer un meticuloso asesino en serie, se trata simplemente de un Limón maniático que vive en un 5º sin ascensor porque no soporta las visitas sorpresa.

¿Y vosotros qué tipo de Sims sois?

sábado, 30 de junio de 2012

Cariño, baja la calefacción, porfi...

...que me estoy asando, derritiendo y desintegrando a medida que escribo estas líneas.
¿Que por qué lo hago? Intentaba que el agua se acercase a mi sin necesidad de levantarme, como Mahoma con su montaña. ¿Cómo lo habrá conseguido? El señor Google no me da respuesta.


A ver si con Windows...¡ah, claro! Voy a abrir una ventana y mirar con cara de perdida en el desierto. No me costará, estamos a 30ºC a la sombra.
Aprece alguien. ¿Será un espejismo? Da igual.
-Aguaaaaa (Voz de moribunda en trance).
Sigo sin saber si es un espejismo, pero me siento más refrescada.


Es como si alguien subiese la temperatura para hacer que me quitase la ropa. ¿Será una especie de top less divino?  ¿Seremos en realidad un Sims al que le quitan la escalera de la piscina para que no suba? (Creencias religiosas que aparecen cuando estamos en un apuro o deliramos por las locuras atmosféricas).
Basandome en G. García Márquez, lo tengo claro como el agua de mi vaso: No quiero morir de calor, preferiría que fuera de amor y acabar con el corazón lleno de arena...

¿Qué tal el tiempo por vuestra zona? Por favor, díganme que están mejor para refrescar mi mente, al menos.

viernes, 25 de mayo de 2012

Air Doll

Un cuarentón, después de su jornada laboral,  mantiene largos monólogos (y lo que no lo son) con su muñeca hinchable. Un día ésta cobra vida y se convierte en Nozomi, nuestra protagonista.
Sale a la  calle y descubre el mundo poco a poco: Las palabras, el tacto del agua, la suave brisa... Incluso entra a trabajar en un videoclub y descubre mucho sobre cine. Aunque no sea en la gran pantalla precisamente donde haga sus mayores revelaciones.
Cada noche, claro está, regresa su casa y vuelve a ser una impasible muñeca hinchable. Acepta la situación con resignación, pues, al fin y al cabo, ha sido fabricada para sustituir.
Como cabía de esperar, se enamora del chico guapo del videoclub y deja a su dueño, que tras descubrir su secreto le confiesa que le gustaba más antes (cuando era una simple muñeca) porque ahora es muy "humana" y a él no le gusta la gente.
La historia en sí no es nada del otro mundo (una especie de "Toy Story" para adultos).

Lo que de verdad llama la atención es la cantidad de detalles del film:

-Nozomi juega con la tierra, toca el agua de lluvia y colecciona pequeños objetos como si fuera una niña pequeña (Es lógico, acaba de descubrir el mundo).
-Ella se siente mal por estar "vacía" por dentro y tener un corazón que no le corresponde.
-Un día, después de pincharse en un brazo y de que su amado descubriese su misterio, se topa con las palabras "nacer" y "morir". Pregunta si el diente de león que ve va a nacer pronto, y el muchacho le responde que ya ha muerto. Al final de la película esa planta desempeña un rol de conexión importantísimo.

-En mitad del argumento Nozomi decide saber de dónde viene y visita a su fabricante. Cuando llega a su "hogar", el paisaje es desolador. Sus parientas se encuentran desnudas, decapitadas y a medio hacer. Pronto llega su "padre" que la reconoce. Ella le pregunta qué pasa con las muñecas que vuelven. Él afirma que una vez al año se deshace de ellas porque se convierten en basura no incinerable (a lo largo de toda la película nos encontraremos con mucha basura incinerable y a esas alturas de la trama ya nos habremos familiarizado con el término).
Esa palabra retumba en la mente de Nozomi como si de un gong se tratase.
-En otra escena, la prota y su querido se encuentran en la playa. Él le comenta que la brisa le recuerda a su infancia y resulta ser algo que tienen en común, pero no como Nozomi cree.
-Lo que más me hizo gracia fue cuando descubrió el maquillaje y lo utilizó para taparse las costuras.

No revelaré nada más, pues creo que me he pasado un poco contando detalles, pero, sin duda, impera la metáfora en este filme en el que el vacío interior de las personas, la sustitución, la vida (tanto el nacimiento como el transcurso de esta) y la muerte son los tópicos principales. A pesar de que en algunos momentos la muñeca roza el valle inquietante me pareció que se había logrado una mezcla curiosa. Así pues os la recomiendo tanto si os gustó "Toy Story" como si preferís "Romeo y Julieta". Una no tiene que ver con la otra, ¡lo sé!...pero la piña en la pizza también puede parecer estrafalario y está buenísima (os invito a que la probéis si no os llama la película).

lunes, 21 de mayo de 2012

Luigi. Making off.

 ¿Quién NO ha jugado a ningún juego de "Super Mario" en su tierna infancia, adolescencia o en la flor de la vida? Que levante la mano derecha o calle para siempre y de las nubes caerá una seta (¿Alguien más ve el paralelismo con "Alicia en el país de las maravillas?). Habrá que golpearla con  la cabeza, en ese momento saldrá una Game Boy (la gris de toda la vida, de colores, advanced o la que sea, aquí toca darle a la imaginación que Lemon no puede crear imágenes mentales para todos los gustos) e imediatamente nos pixelaremos e iremos en busca de una princesa que no nos hace ni caso mientras nuestro hermano nos ayuda en todo momento, a pesar de que no le hacemos caso alguno. Nuestra vida se convertirá en una tragicomedia incesante, dividida en niveles. Un drama en pixels al estilo Mario, vamos.
Si esto no os agrada, levantad la mano izquierda para convertiros en Luigi durante esta entrada. Os invito a ser un Luigi alternativo, pixelado, pero a ganchillo. Un Luigi que pasa de su hermano porque, por una parte,  está harto ya de que le acusen de llevar una relación incestuosa sin comerse un rosco y, por otra, no se siente con ánimos de cometer un fraticidio.
Así pues, sin más dilación: "Creando a Mario Luigi" :
Todo empezó con los propósitos para año nuevo (http://teasecret.blogspot.com.es/2012/01/ano-nuevo-vida-nueva.html), el 2 de enero:
-Luigi solo era una idea vista en (http://www.cuantarazon.com/473333/creatividad). Por suerte de estas páginas ya me he desenganchado, aunque ha sido duro.
     -La pasé a papel:
    -Luego a hilo:


-Los cuadraditos se iban acumulando en una cajita de zapatos:

-Cada fin de semana tocaba hacer unos cuantos cuadraditos al sol, a la sombra, en la cama, el suelo...mientras tanto se daban calor en la cajita:

-Pasaron los meses y la cajita se fue llenando, hasta que al final ya estaban todos y solo quedaba montar los cuadraditos para ver cómo quedaba:
-¡Qué guapo y qué sonriente! Me enamoré sin verlo terminado, pues ahora tocaba coser los cuadraditos:


-¿Pero, quién me iba a decir que lo que parecía trabajo para dos horitas antes deSemana Santa se prolongara hasta el sábado a las 23:30? Pero ya está:
-Ejem, bueno, no...el dibujo central sí que está terminado, pero solo mide 100 cm X 50 cm y aunque una es canijilla no da paratarse. Así que habrá que ponerle unas tuberías o algo para que Luigi se sienta como en casa. Igual para el invierno que viene tengo manta.